Mucho se habla de absentismo, pero resulta que el presentismo nos trae problemas que pueden llegar a ser incluso más graves, entre otras cosas porque es complicadísimo medir, y por tanto complicadísimo establecer o valorar los costes y consecuencias que tiene sobre empresa y clientes (cuando decimos empresa nos referimos al concepto empresa global, es decir, incluimos a todos sus integrantes). Empecemos por el principio, ¿Qué es esto del presentismo? Se trata de una circunstancia según la cual el empleado está en su lugar de trabajo, cobrando normalmente, pero sin producir nada para la empresa. Es un absentismo pero sin baja que lo justifique.
El presentismo puede ser causado por parte de la empresa, por parte del empleado/a o por una combinación de ambos factores:
-Presentismo causado por la empresa: se trata de una situación en la que uno o varios empleados se ven obligados a permanecer en el lugar de trabajo durante tiempos excesivos sin una productividad real. Por ejemplo, un cajero/a de supermercado al que se le ha quedado bloqueada la caja y no puede seguir cobrando los productos ni puede ir a hacer otra cosa porque le han dicho que debe esperar allí a que acuda el técnico a solucionar el problema.
– Presentismo causado por los empleados: se trata de situaciones en las que el empleado/a está presente en su centro de trabajo pero sin cumplir ninguna de las funciones para las que fue contratado/a, todo ello sin justificación. Por ejemplo, un dependiente/a de una tienda de ropa que, sin ser su tiempo de descanso todavía, sale a fumarse un cigarro, y cuando entra de nuevo se para a charlar con varios de sus compañeros, luego acude al baño y posteriormente se pone a revisar su móvil.
En cualquiera de los casos, son siempre situaciones en las que la empresa está literalmente perdiendo dinero. Cada minuto que ese empleado está cobrando es un gasto para la empresa que no va a tener retorno alguno sino todo lo contrario: puede haber perjuicios mucho mayores, tanto por las tareas que no van a ser ejecutadas, como el impacto que puede generar en clientes y por supuesto en compañeros que corren el riesgo de quemarse ante el “estamos cobrando igual pero yo trabajo mucho más”.
El presentismo es un problema muy grave porque no sólo impide cuantificar corrrectamente, sino que nos quita la posibilidad de contratar sustitución para las funciones no desempeñadas o nos condena a contratar más personal del necesario porque no se cumple la productividad que debería. Un drama a nivel empresarial, la verdad.
Muchas veces, además, el presentismo no se da de manera puntual ni residual, sino que podemos llegar a sumar muchísimos minutos de muchísimos empleados cayendo en el presentismo, y por tanto perdiendo y haciendo perder. Además, con el surgimiento del teletrabajo, el presentismo es una amenaza contra la que la empresa parece tan vulnerable que en muchos casos hasta ha vuelto a implantar presencia de su plantilla en casos en los que el teletrabajo podía representar una gran ventaja tanto para empresa como para empleado/a.
En este post queremos introducir este tema para poder desarrollar mejor sus consecuencias y soluciones en el siguiente post, y es que si el absentismo es una de las grandes lacras que arrastran la mayoría de empresas, el presentismo es la gran lacra encubierta que hay que combatir si queremos progresar como empresa y hacer progresar a los integrantes que la componen. Porque sí, el presentismo es algo en lo que la empresa puede actuar y minimizar, y no una variable incontrolable que hay que asumir, ni mucho menos, y en el próximo post te mostraremos cómo.
¿Sabías lo que era el presentismo? ¿Tienes idea de lo que pierde tu empresa a todos los niveles a causa del presentismo? Y lo más importante, ¿Tienes idea de cómo combatirlo y herramientas suficientes para ello? No te pierdas el próximo post, o contacta con nosotros inmediatamente pinchando aquí, porque puedes actuar sobre esta gran lacra y dejar de sufrir sus múltiples consecuencias, y en Grupo Kairos sabemos cómo ayudarte.