Ya no hay excusa: los problemas de personal en las empresas tienen solución

Desde Grupo Kairos insistimos en que los problemas de personal pueden empezar como algo de poca importancia, pero si no se solucionan de manera activa, es una bola que empieza a crecer y que acabada devorando a las empresas, como ha pasado ya en numerosas ocasiones a Compañías importantes que se han ido a pique, aunque muchas de ellas no sean capaces de reconocer el motivo real y lo enmascaran en temas puramente económicos (y digo yo, ¿No se traducen los problemas de personal en puras pérdidas económicas, en ocasiones millonarias, además de en otras muchas complicaciones?); hasta hace un tiempo, no había mucho donde el mercado español pudiera actuar a través de un tercero, pero desde el nacimiento de Grupo Kairos ya no hay excusa: los problemas de personal tienen solución, y nuestra entidad no tiene otro cometido que ayudar a las empresas a solucionarlos y a ganar rentabilidad. Sin las empresas no hay sostenibilidad, y sin los trabajadores no hay empresa posible, así que, ¡Manos a la obra! Que el Covid puede ser un motivo de crisis, pero que los trabajadores sean el oxígeno que necesita tu empresa para sobrevivir, y no el golpe de gracia para cerrar. Invierte ahora y sal a flote o cierra para siempre.

Programa aquí una sesión de consultoría gratuita con nosotros y te ayudaremos sin compromiso.

-Aryán Puerta –

EL ROL DE TRABAJADOR “REIVINDICADOR”: a qué te arriesgas con este tipo de perfil y por qué lo necesitas

Muchas veces, estigmatizamos al trabajador que es un poco más atrevido que el resto y “planta cara” a Dirección exigiendo el cumplimiento de sus derechos; le “acusamos” de “golpista” o “problemático” cuando en realidad puede ser nuestro mejor aliado. Hablamos de ese trabajador que cumple estrictamente con su obligación y que espera, de una manera un tanto reivindicativa, igual cumplimiento de sus derechos por parte de la empresa (a los “trabajadores caraduras” que solamente conocen sus derechos, los dejamos para otro día).

Se trata de un perfil de trabajador que, lejos de tomarle cierta “aversión”, debería ser nuestro mejor aliado. Trabaja bien, trata de ser justo, tiene un sentido del equilibrio desarrollado y es valiente, porque sabe trasladar sus inquietudes a quien corresponde en la empresa en lugar de estar hablando y malmetiendo en corrillos varios, de esos que suele generarse en la mayoría de las empresas.

Lo único que debe temer una empresa con respecto a este tipo de perfil, es que si no cumple con sus obligaciones empresariales, este trabajador/a estará al acecho y probablemente movilizará al resto de integrantes de su equipo, revolucionando todo y metiéndonos en ciertos aprietos. En cambio, siendo la empresa responsable de sus obligaciones como tal, y tratando a las personas como personas, y no como simples recursos, conseguirá que este tipo de perfil no sólo dé lo mejor de sí mismo, sino que conseguirá mantener al resto del equipo tranquilo y sosegado.

Este tipo de rol de “reivindicador” suele darse en todo grupo. Es un rol que no es negativo para la empresa, ni siquiera evitable, y que puede traernos grandes beneficios si lo tenemos de nuestro lado. ¿Qué clase de beneficios? Pues por ejemplo los siguientes:

-Equipo sosegado

-Con su costumbre de comunicación directa, nos mantendrá alerta de cualquier duda o rumor que empiece a correr en el equipo

-Podremos solicitarle ayuda a la hora de movilizar al equipo en nuestro favor (por ejemplo, para hacer horas extras si es necesario)

-Teniendo en cuenta sus sugerencias (que siempre las tendrá), y si ponemos alguna de ellas en aplicación, conseguiremos mejorar el clima y condiciones generales para el bien común, consiguiendo probablemente una mayor productividad a nivel general

-Puede llegar a ser nuestro mejor portavoz, puesto que lo que él comunique a través nuestro, lo habrá hecho “de igual a igual”, y por tanto puede ser percibido de una manera más equilibrada.

-Si a él le parece bien algo que lo que hagamos, el resto probablemente no lo cuestionará de la manera en que lo haría

-Podremos saber qué percepción se tiene en general sobre Dirección, y poder así aplicar las medidas correctoras que sean necesarias.

-Si nos percibe de su lado, habremos ganado un trabajador sin recelos dispuesto a dar lo mejor de sí mismo, y eso como empresa nos aportará beneficio.

-Aunque siempre estará pendiente del cumplimiento de sus derechos, dejará de dirigirse a dirección con la ley en la mano y en pie de guerra, y en lugar de cuestionamientos, habrá una comunicación fluida en la que podrá haber acuerdos y desacuerdos, pero nunca guerra.

Personalmente y por propia experiencia, prefiero un trabajador que sea capaz de decir las cosas directamente y con sinceridad, que el que por detrás critica y “calienta” al resto y luego es el pelota número 1 que nos da la puñalada en cuanto nos damos la vuelta. ¡Atención! No confundir con otro tipo de roles, que también está el que no para de exigir pero luego no es capaz o no quiere dar. Cada rol tendría una forma de gestión algo distinta

Si en tu empresa tienes trabajadores reivindicativos y estás teniendo problemas por ello, o si algún otro problema de personal te está causando dificultades, agenda aquí  una sesión de consutoría gratuita con nosotros, y veremos cómo podemos ayudarte, sin coste ni compromiso.

-Aryán Puerta –

Esfuerzo VS Sacrificio: la peligrosa confusión de ambos conceptos

Desde Grupo Kairos hacemos un llamamiento al buen uso del lenguaje, y a no subestimar el poder de la palabra. Como empresario/a, deberás esforzarte al máximo y exigir grandes esfuerzos a los integrantes de tu empresa, pero jamás pasar la línea y convertirlo en sacrificio, porque en el momento que lo hagas, alguien saldrá perdiendo gravemente, y probablemente seas tú.

El otro día estuve inmersa en un debate en el que se hablaba de esfuerzo VS sacrificio. Estuvimos buscando en “San Google” y no fuimos capaces de encontrar una distinción clara entre ambos conceptos, así que decidí que iba a escribir sobre ello.

Muchas veces hablamos de sacrificio cuando nos referimos a la crianza de los hijos, al mantenimiento de la pareja o cuando lo enfocamos al trabajo. En realidad, utilizar la acepción “sacrificio” es un error si no queremos acabar con nuestra salud física o mental. ¿Por qué? Porque, literalmente, sacrificio significa, según la RAE, lo siguiente:

sacrificio

Del lat. sacrificium.

1. m. Ofrenda a una deidad en señal de homenaje o expiación.

2.m.Acto del sacerdote al ofrecer en la misa el cuerpo de Cristo bajo las especies de pan y vino en honor de su Eterno Padre.

3. m. Matanza de animales,especialmente para el consumo.

4. m. Matanza de personas, especialmente en una guerra o por una determinada causa.

5. m. Peligro o trabajo graves a que se somete una persona.

6. m. Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.

7. m. Acto de abnegación inspirado por la vehemencia del amor.

8. m. coloq. Operación quirúrgica muy cruenta y peligrosa.

Cualquier duda, visita la fuente original https://dle.rae.es/?w=sacrificio

¿A cuál de estos 8 significados te refieres cuando hablas de que te sacrificas o que es necesario sacrificarse por algo?

Quizás a lo que estás llamando sacrificio, en realidad lo deberías llamar esfuerzo; y es que esfuerzo significa lo siguiente:

1. m. Empleo enérgico de la fuerza física contra algún impulso o resistencia.

2. m. Empleo enérgico del vigor o actividad del ánimo para conseguir algo venciendo dificultades.

3. m. Ánimo,vigor, brío, valor.

4. m. Empleo de elementos costosos en la consecución de algún fin.

5. m. desus. Auxilio (ayuda, socorro).

Cualquier duda, visita la fuente original https://dle.rae.es/?w=esfuerzo

Ahora que has leído los significados exactos de ambos conceptos, ¿Cuál de ellos te parece más adecuado? Sin duda alguna, el esfuerzo es algo necesario en la vida de cada uno de nosotros desde que somos niños; en cambio, el sacrificio es algo realmente peligroso que implica una pérdida segura y un escenario poco o nada halagüeño. ¿Queremos que nuestra vida se impregne de esfuerzo o de sacrificio? Si después de reflexionarlo sigues pensando que sacrificio es la palabra más adecuada en lo que a tu vida se refiere, sería importante que te preguntaras qué está pasando para que lo veas de esa manera, qué parte de tu ser puedes estar poniendo en peligro e incluso matando, y cuál es esa causa que te mueve a hacerlo.

Si tu vida supone sacrificio en lugar de esfuerzo, no esperes más y contacta con nosotros, podemos ayudarte, especialmente si gestionas tu propia empresa.

-Aryán Puerta –

¿En qué estabas pensando? Parte 3. EL PODER DEL LENGUAJE CORPORAL QUE TRANSMITIMOS

En el artículo anterior dábamos una serie de indicaciones básicas para empezar con un proceso de reconexión interna que en gran parte la mayoría tenemos abandonada. Y quizás el lector se preguntará: ¿qué tiene que ver esto con la gestión de personas? Pues sí, tiene que ver, y mucho. Para gestionar personas y /o liderar un grupo de manera realmente eficaz, es vital tener a raya las creencias limitantes que nos pueden impedir ser excelentes a la hora de desarrollar estas funciones.

Para trabajar en nuestras creencias limitantes, es necesario conocernos muy bien, trabajarnos interiormente, porque si no, todo lo que hagamos será superficial y por tanto será poco duradero o muy falso. Y eso, a la hora de gestionar personas, es determinante. ¿Por qué? Pues entre otras cosas, porque si las personas percibimos a nuestro líder como alguien poco sincero, falso, interesado o poco fiable, no le daremos lo mejor que llevamos dentro, por aquello del principio de justicia / reciprocidad, y por tanto ese líder no estará sacando nuestra mejor versión, nuestra mayor productividad.

Ahora, cualquiera podría decir que si el líder se pone correctamente su “disfraz” y aplica lo aprendido en cursos de liderazgo, puede ser un perfecto gestor de personas, ¿no? Pues…no exactamente. Las personas tenemos una parte de la mente llamada subconsciente, capaz de captar multitud de estímulos que aportan muchísima información, pero que en gran parte no procesamos en nuestra mente consciente. Estos estímulos incluyen la captación del lenguaje corporal y con ello los mensajes que realmente estamos transmitiendo, más allá de las palabras. Al parecer, el tema del lenguaje corporal no sólo es involuntario (y por tanto sincero) cuando lo emitimos, sino que es una especie de idioma universal a través del cual estamos transmitiendo lo que realmente pensamos o sentimos en una situación determinada. Y este idioma universal, no sólo trata de la expresión corporal que emitimos junto con el lenguaje, sino que nuestra mente subconsciente conoce los verdaderos significados del lenguaje corporal, aunque muchas veces no lleguemos a hacerlo consciente. ¿Te ha pasado alguna vez que notas que alguien te está mintiendo, pero no sabes en qué lo percibes? ¿O cuando hay algo de alguien que “no terminas de ver claro” pero no sabes decir el por qué? En más de una ocasión, lo que te habrá pasado es que tu mente subconsciente ha captado perfectamente el lenguaje corporal de tu interlocutor, y habrá detectado una incongruencia entre lo que te decía de manera verbal y lo que transmitía de manera corporal. Es algo innato en nosotros, por eso un líder falso o poco sincero acaba siendo descubierto por el grupo, o no es totalmente aceptado, y por tanto no es capaz de cumplir como debe su función. Cuanto más conectados estamos con nosotros mismos, menos ajenos somos a este tipo de estímulos y mejor captamos todo lo de nuestro alrededor, por tanto, más excelentes somos en nuestro trabajo.

Ciertamente, hay expertos en lenguaje corporal que tratan de controlar esta variable que tanto nos delata, pero son tantos los signos corporales que delatan nuestros verdaderos sentimientos, que la única manera de expresar lo que realmente queremos decir, es sintiéndolo de verdad. Y es por esto que es tan importante reconectar contigo mismo: primero, porque podrás estar en mucha mejor sintonía entre lo que piensas y lo que transmites, y tus cualidades como líder aumentarán exponencialmente, y segundo porque serás capaz de captar mucho mejor a las personas del equipo que gestionas y podrás prevenir y corregir con mucha más eficiencia las situaciones.

En Grupo Kairos, nos dedicamos precisamente a esto: a la gestión de personas. Por ello, vamos mucho más allá de la superficie y conseguimos cambios reales, duraderos y verdaderos en las empresas que deciden tomar acción y mejorar sus negocios a través de las personas. Y tú, ¿has tomado acción ya? Contacta con nosotros y te informaremos sin compromiso, porque estamos seguros de que tu equipo puede desarrollarse aún mejor, o mucho mejor, de lo que está haciendo, y tu empresa puede crecer gracias a ello.

-Aryán Puerta –

¿Por qué Grupo Kairos?

Desde Grupo Kairos insistimos en que los problemas de personal pueden empezar como algo de poca importancia, pero si no se solucionan de manera activa, es una bola que empieza a crecer y que acabada devorando a las empresas, como ha pasado ya en numerosas ocasiones a empresas importantes que se han ido a pique, aunque muchas de ellas no sean capaces de reconocer el motivo real y lo enmascaran en temas puramente económicos (y digo yo, ¿no se traducen los problemas de personal en puras pérdidas económicas, en ocasiones millonarias, además de en otras muchas complicaciones?). Hasta hace un tiempo no había mucho que el mercado español pudiera hacer al respecto, pero desde el nacimiento de Grupo Kairos ya no hay excusa: los problemas de personal tienen solución, y nuestra entidad no tiene otro cometido que ayudar a las empresas a solucionarlos. Sin las empresas no hay sostenibilidad, y sin los trabajadores no hay empresa posible, así que, ¡manos a la obra!

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¿En qué estabas pensando? Parte 2

 

¿Qué hay de la capacidad de explorar el pensamiento crítico, de escucharnos a nosotros mismos, de desarrollar nuestra intuición? ¿Qué sabemos de la intuición, además de que la hemos silenciado con el adiestramiento social recibido? Estamos constantemente distraídos escuchando a otros o luchando a contracorriente. Seguimos a pies juntillas creyendo que es el antídoto ese dicho que dice que “la acción es enemiga de la reflexión”, y lo recomendamos a nuestros seres queridos (sí, cuando alguien está mal por lo que sea y le recomendamos que salga, que se distraiga, que “haga cosas” para no pensar…). Nos hemos acostumbrado a creer que estar con nosotros mismos, reflexionar, o simplemente no hacer nada es malo para nosotros mismos, y justamente es al contrario! Cuanto más estemos con nosotros mismos, cuantos más ratitos de silencio podamos atesorar, cuanto más reflexionemos acerca de nosotros mismos (sin caer en las rumiaciones obsesivas), más nos conoceremos. Y cuanto más nos conozcamos, más sabremos lo que queremos, lo que no, y qué nos va mejor a cada uno. Por tanto, cuanto más nos conozcamos, más felices seremos, que es el objetivo común que solemos perseguir todos. Dejemos de perseguir un objetivo de manera equivocada y empecemos a centrarnos en el camino que sí llevará a donde queramos nosotros. Acabemos con ese adiestramiento social que nos desconectó de nosotros mismos y reconectemos con el manantial de nuestra esencia, la fuente de nuestro poder. ¿Cómo hacemos esto? Podríamos seguir con líneas y líneas hablando de este tema, pero así para empezar, quizás podamos hacer estas 3 primeras cosas:

– Buscar 5 minutos de máximo silencio al día.

-Estar entre 5 y 10 minutos en la cama o en el sofá sin hacer absolutamente nada (obviamente fuera móvil!), y sin sentirnos en absoluto culpables después (por eso de “no hacer nada”)

-Hacer alguna actividad completamente en solitario durante una semana (sí, aunque sea ir de camino al trabajo) estando totalmente pendientes del entorno, en modo o rol de “observador”. Esto implica no mirar el teléfono ni escuchar la radio o música con los cascos o en el coche.

Una vez hecho esto, lee el siguiente artículo 🙂

Recuerda que en Grupo Kairos nos dedicamos a ayudar a que las personas sean capaces de dar lo mejor de sí mismas, así que puedes contactar con nosotros si todavía no te has convertido en tu mejor versión de manera diaria.

-Aryán Puerta –

¿En qué estabas pensando? Parte 1

 

 

Sí, hoy quiero hacerte esta pregunta. Preguntarte en qué estabas pensando en diferentes momentos de tu vida que tomaste ciertas decisiones que te han llevado exactamente al punto en el que estás hoy. Por ejemplo, ¿En qué estabas pensando cuando elegiste qué hacer después de la EGB o la ESO? ¿Tomaste la decisión correcta? A nivel formativo, hicieras lo que hicieras, ¿en qué estabas pensando cuando tomaste la decisión? Quizás estabas pensando en un futuro que creías muy lejano, o tal vez fuiste de los que lo quería todo de manera inmediata y por tanto una carrera universitaria se te antojaba excesivamente lejana y no adecuada a tus expectativas; puede que te decantaras por estudiar lo mismo que tu padre o tu madre, o quizás la situación familiar era tal que no pudiste ni siquiera plantearte si querías o no formarte, porque había que trabajar, y punto.

A veces, tenemos que decidir cosas con un gran impacto en nuestra vida futura y ni siquiera somos conscientes de ello, o simplemente no estamos preparados, o eso creemos. En el caso de la elección formativa, además, las decisiones se suelen tomar en una etapa en que estamos gobernados en gran medida por las hormonas, y, si lo pensamos fríamente, a no ser que tengamos unos muy buenos guías de vida y nos dejemos llevar por ellos, lo extraño de la situación es tomar decisiones acertadas. De la misma manera que nos pueden guiar, suele ocurrir que, con ese cóctel de hormonas y una etapa adulta recién iniciada en la que somos como bebés tratando de dejar de gatear, siempre hay algo o alguien que ejerce un enorme poder de influencia sobre nosotros. Para bien o para mal, nos afecta tanto el exterior en esas etapas de la vida, que un amigo, un profesor, un amigo de la familia, o incluso un personaje famoso puede alterar nuestra decisión con un simple comentario y hacer que nuestra vida vaya por una línea que sin esa influencia, jamás hubiera ocurrido.

Sea como sea, aquí estamos, consecuencia de nuestras decisiones, tomadas con más o menos consciencia o madurez. Y es que en el colegio no nos enseñaron a pensar por nosotros mismos; en muchos casos, lo que nos enseñaron fue que había que obedecer. Obedecer al que tenía más experiencia y sentido común que tú, al mayor que tú, al que representaba la autoridad, a creer todo lo que leemos en los libros que ellos nos proporcionaban.

Con estas enseñanzas, aprendemos a tener nuestros referentes y ser aconsejados por los más expertos, pero también, y de manera natural, aparece el rol del rebelde, que se revuelve ante cualquier tipo de autoridad, el que quiere tomar decisiones y pensar por sí mismo sin que nadie le haga creer que no puede hacerlo.

Y así, entre el que intenta tomar decisiones correctas escuchando al más experto, y el que pelea con el mundo porque no quiere ser “doblegado”, vamos pasando por la vida tratando de tomar las mejores decisiones, las que nos lleven a ser felices. Lo que en muchos casos pasó, es que ambos lados olvidaron algo… Olvidaron escucharse a sí mismos.

Desde Grupo Kairos queremos hacer especial hincapié en la importancia que tiene desarrollar el pensamiento crítico, y hacer saber que nunca es tarde para ello. Ahora probablemente estás en un momento empresarial complicado, en el cual debes tomar decisiones importantes. Recomendamos escuchar más hacia dentro que hacia fuera, porque sólo uno mismo conoce de primera mano la realidad de su negocio y las posibilidades que tiene. Ahora, en un momento en que es muy fácil dejarse llevar por el miedo, queremos animarte a que no optes por la opción fácil, porque no eres ese tipo de persona. De ir a lo fácil, jamás hubieras llegado donde llegaste, no lo olvides.

Si necesitas asesoramiento empresarial o personal, no dudes en contactar con nosotros. Sin ningún tipo de compromiso, veremos cómo podemos ayudar.

-Aryán Puerta –

SI TU EMPRESA TENÍA PROBLEMAS DE PERSONAL ANTES DEL COVID-19, AGÁRRATE QUE LLEGAN CURVAS

Lo cierto es que la gran mayoría de empresas con pocos o con muchos empleados, sufren lo que se denomina problemas de personal. Estos problemas se suelen presentar en 8 formas distintas (para más información, pinchar aquí), y las consecuencias al final siempre son las mismas: BAR (bajas productividades, absentismo y rotación), costando pérdidas millonarias a las empresas, que en la gran mayoría de ocasiones ni siquiera son conscientes de la cantidad del dinero que pierden, los daños colaterales ni de que es un dinero que debería estar en sus arcas, y no tirado a la basura.

No tener problemas de personal, así como unos niveles correctos de aptitudes y actitudes entre los empleados, llevaría a casi cualquier empresa directa al éxito rotundo y crecimiento constante, pero claro, dentro de la cultura empresarial existe la creencia de que los problemas de personal son inherentes al hecho de tener empleados contratados, y por tanto hay una parte de fuga de gasto que se entiende como normal e inevitable. Craso error!!! las enormes pérdidas que provocan los problemas de personal no deberían existir siquiera. Las pocas empresas que han descubierto este secreto, invierten todo lo necesario en tener empleados lo más motivados y alineados posible con su cultura de empresa, porque saben que es una inversión con alto retorno.

Los problemas de personal pueden no pasar de los miles de euros que cuestan a una empresa, y sobrevivir teniendo incluso un crecimiento moderado; son empresas que aunque jamás alcanzarán la verdadera excelencia, pueden durar bastante tiempo. Ahora bien, este tipo de empresas siempre estarán jugando con fuego porque, en cualquier momento, los problemas de personal pueden descontrolarse y dar lugar a consecuencias mucho más graves, desde pérdidas de facturación y clientes aún más considerables, hasta tener que cerrar sus puertas y caer en la ruina.

Ahora es uno de esos momentos en que el fuego puede quemar. La situación vivida a partir del Covid-19 no ha dejado a nadie indiferente, y es posible que en aquellas empresas en que el ambiente estuviera enrarecido a causa de los problemas de personal, o bien haya un cambio de mentalidad general (empezando por gerencia), o bien los problemas vayan en aumento y, las pérdidas, también. Desde Grupo Kairos nos atrevemos a decir que, aquellas empresas que estuvieran pasando por ciertas dificultades a causa de problemas con su personal, ahora que se agarren porque llegan curvas, porque habrá pérdidas por doquier: fugas de gasto de personal, pérdida de clientes, pérdida de facturación, recursos de más consumidos, etc. Y la bola crecerá de manera imparable hasta las peores consecuencias que una empresa pueda imaginarse.

¿Puede pararse esta bola? Si no es demasiado grande, sí. De hecho, éste sería un gran momento para marcar un antes y un después en cada empresa, para que las pérdidas que ya han tenido la mayoría de nuestras empresas pongan en freno a las pérdidas, y puedan empezar a recuperarse poco a poco, para seguir creciendo como tenían planteado antes del comienzo de la pandemia. Éste es un gran momento para tener un nuevo comienzo con el personal, y renovar la empresa de dentro hacia fuera, con una organización de cimientos sólidos que pueda parar los golpes que vengan de fuera. En Grupo Kairos estamos especializados en tratar los problemas de personal y optimizar las plantillas para que tanto la empresa como todos sus integrantes salgan ganando a todos los niveles, y las fugas de gastos de personal innecesario pasen a la historia. Contacta con nosotros hoy mismo y te informaremos, sin coste ni compromiso, sobre cómo podemos ayudarte.

-Aryán Puerta –

TE VOY A CONTAR UNA HISTORIA, OJALÁ NO SEA LA TUYA: DOBLE DESENLACE

 

La verdad es que el final de esta historia todavía está por vivirse. Si te la perdiste, puedes leer aquí la primera, aquí la segunda y aquí la tercera parte. Para el desenlace de esta historia, básicamente, y en resumidas cuentas, lo que puede pasar son 2 cosas:

Desenlace 1: “Hecatombe tras la pandemia”

La empresa volvió a abrir sus puertas y retomó su actividad. Los ánimos estaban algo crispados, casi podía cortarse con un cuchillo la tensión que se respiraba, en especial cuando el empresario hacía acto de presencia.El recelo era mutuo y la comunicación siguió siendo prácticamente nula. Esta situación era de alguna manera percibida por los clientes, los cuales empezaron a encontrarse bastante a disgusto en su trato con esta empresa.

La facturación había decrecido enormemente por la situación que vivía nuestro país, pero la actitud de los empleados no ayudaba lo más mínimo. Se empezaron a perder clientes, que se pasaron a la competencia sin ningún miramiento, y la bola creció en muy poco tiempo. Creció tanto que la empresa tuvo que entrar en concurso de acreedores. En tan sólo unos meses cerró, indemnizando a los trabajadores por el mínimo posible por causas económicas y organizativas.

Todos salieron perdiendo: el empresario se vio completamente arruinado, pensando que en el fondo, habían sido sus empleados los que habían dado el golpe de gracia al negocio, y los empleados se vieron en la cola del paro lamentando ahora más la situación que cuando estaban en estado de ERTE; los recibos seguían llegando y sus prestaciones no llegaban a cubrir sus necesidades, y encima ahora era por tiempo indefinido, porque no tenían a dónde ir. La búsqueda de empleo era una ardua tarea por la cantidad de candidaturas que llenaba cada oferta, y veían un futuro más negro que cuando ocupaban puestos en una empresa en la que el mayor problema era algo de insatisfacción salarial y falta de comunicación. Qué poca cosa se veía este problema al lado de la nueva situación… Algunos llegaron a desear volver a tener aquel mismo trabajo, con aquel mismo jefe y aquel mismo salario…Paradojas de la vida.

Desenlace 2: “Remando en la misma dirección”

La empresa volvió a abrir sus puertas y retomó su actividad. Los ánimos estaban algo crispados, casi podía cortarse con un cuchillo la tensión que se respiraba, en especial cuando el empresario hacía acto de presencia. Después de hacer varias búsquedas en Internet, el empresario decidió “tirarse a la piscina” y contratar los servicios de Grupo Kairos, la única empresa en el mercado español que realizaba intervenciones en problemas de personal totalmente a medida.

Se llevaron a cabo una serie de acciones, entre ellas un asesoramiento a medida en temas de liderazgo para el empresario y un programa llamado “saneamiento de relaciones” que acercaron posturas entre todos y que hicieron ver a cada parte aquello que hasta ahora no había sido capaz de ver. Los cambios empezaron a percibirse con rapidez y la facturación global, que había decrecido bastante por la situación vivida en el país, consiguió mantenerse sin más descenso durante un tiempo, siendo más baja que antes de cerrar, pero sin seguir decreciendo ni perdiendo clientes.

Pasado un tiempo, no sólo no habían perdido clientes, sino que empezaron a llover clientes que anteriormente estaban en la competencia y por fin, la facturación fue incrementando. La inversión en solucionar los problemas de personal que acechaban a la empresa había valido la pena.

No habría que lamentar despidos, cierres ni ruina, sino que quedaba seguir trabajando para levantar del todo el negocio y, por fin, remar todos en la misma dirección, que es como realmente se avanza. Sólo cuando todos los componentes comprendieron de verdad que formaban parte de un mismo sistema y que la unión hacía la fuerza, salieron a flote.

Sólo cuando el empresario comprendió la importancia vital de la comunicación, entre otras cosas, fue cuando el sistema humano que comprendía la empresa empezó a fluir como si de un caudaloso río se tratara.

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Espero que si la historia que hemos contado estas semanas es parecida a la tuya, optes por el desenlace 2. Tu negocio no está en manos de los empleados, en realidad está en tus propias manos, y depende de lo que hagas, tu equipo actuará de una manera o de otra, provocando un efecto dominó. ¿Cuál es el efecto dominó que quieres crear? Si eres empresari@ o si gestionas un equipo, no dudes en contactar con nosotros, podemos ayudar a que las pérdidas no sean peores y que el sistema humano que compone la empresa suponga un impulso, y no un palo en las ruedas que pueden llevarte al cierre total. Contacta ya pinchando aquí y tendrás una sesión de asesoramiento completamente gratuita y sin compromiso.

-Aryán Puerta –

TE VOY A CONTAR UNA HISTORIA, OJALÁ NO SEA LA TUYA. PARTE 3: «LO QUE SUS OJOS NO VEÍAN»

 

 

En esta historia, tan real como la vida misma para demasiadas empresas, la situación era complicada para todos, pero se complicaba aún más cuando uno no era capaz de ver con claridad la verdadera situación del otro, y cada uno se centraba en su propio ombligo, victimizándose y acusando a la otra parte de egoísmo o falta de empatía (Esto los psicólogos lo llamamos «proyección»).

El empresario estaba realmente preocupado tanto por su negocio como por los trabajadores, aunque lo segundo era un dato que los empleados desconocían; tenía un nivel de gastos fijos muy alto que no sabía cómo iba a afrontar sin ninguna fuente de ingresos. Cierto es que contaba con un cojín económico, pero, a no ser que cerrara de manera inminente, no era un cojín que pudiera dar para mucho. Cuanto más necesitaba el apoyo de los empleados y el sentimiento de unidad que ayudara a aguantar aquel gran chaparrón, fue cuando menos lo sintió, así que para él fue vivido, cuanto menos, como una traición por parte de un equipo al cual llevaba años dando trabajo y pagando religiosamente cada una de las nóminas cada mes. El empresario no supo ponerse realmente en el lugar de los empleados, cuya situación mayoritaria consistía en madres y padres de familia con el peso de los créditos, hipotecas y demás, que ya antes llegaban justitos cada mes para pagarlo todo, y que ahora veían su salario rebajado y la incertidumbre de no saber qué pasaría con sus puestos. Antes de que ocurriera el desastre del Covid-19, aquellos empleados ya no se sentían plenamente satisfechos con la empresa, ni con su jefe, así que era complicado que hubiera un buen entendimiento ahora si no lo había habido antes. Como el empresario nunca había comunicado el estado real de los números del negocio, no era tan extraño que los empleados tuvieran una idea equivocada del cash que realmente se estaba moviendo en la empresa. La situación para sus empleados era realmente muy angustiante para ellos, y el hecho de hablar tanto entre sí y no con el jefe directamente, no ayudaba. Al empresario se le pasó totalmente por alto la angustia y dificultades que estaba pasando su equipo, porque solamente veía la gravedad de su propia situación, y esperaba que los empleados lo vieran de la misma manera. Que fuera  la gestoría la que se hubiera encargado de comunicarles que tenían que pasar a estado de ERTE, en lugar de hacerlo él mismo, agravaba (y mucho) la situación, porque lo que sintieron aquellos empleados fue que no importaban a su jefe en absoluto y que eran tratados como si fueran un número. Y es que la falta de comunicación directa hace estragos en lo que puede llegar a interpretar cada uno, pero este hecho también se le pasó por alto al empresario; eso sí, sin ninguna mala fe, “sólo” falta de empatía.

Por su parte, los empleados también pasaron por alto la angustia que estaba viviendo el empresario, eran incapaces de ponerse en su lugar, tanto por falta de empatía como por falta de datos que les ayudara a analizar de una manera más objetiva la situación. El mismo empresario se había encargado, consciente o inconscientemente, de hacer creer a sus empleados que tenía un tren de vida muy superior al de ellos, con una facturación bastante elevada, pero nunca les hizo partícipes de los gastos reales que el negocio suponía, y en cuánto quedaba al final el margen neto. Tampoco tenía por qué hacerlo, pero al fin y al cabo, esa falta de información hacía pensar a los empleados que los números eran muy distintos a los reales, en lugar de pensar que como no había datos en los que apoyarse, sacar conclusiones precipitadas iba a dar lugar a error seguro. A ningún empleado se le ocurrió pensar en el peso que estaba soportando su jefe por tener tanta responsabilidad entre manos; los empleados corrían el riesgo de no poder pagar las facturas de aquellos meses y quedarse sin trabajo, pero era el empresario el que estaba en riesgo de quedarse en la total ruina y endeudado hasta las cejas, aunque parece que ningún empleado reparó en ello. Nadie se preguntó cuáles serían realmente los números que se movían o cuál era el tope que su empresa podía aguantar sin facturar. Tampoco se plantearon si la medida del ERTE sin pagar el complemento hasta llegar al 100% de nómina a los empleados podía contribuir a evitar algunos despidos pasada la crisis, y por tanto poder mantener a la plantilla al completo una vez que pudieran retomar su actividad. Los empleados, además, parecían no darse cuenta de que, si ponían más palos a las ruedas, iban a terminar hundiendo el negocio, y con ello sus puestos de trabajo. Así, cada una de las partes sentía que era la gran damnificada y nada comprendida por la otra. 

Todo esto es lo que pasa cuando uno no se pone en la piel del otro. La situación era muy complicada para ambas partes, pero tal vez si empatizaran unos con otros, el empresario tendría más tacto y sensibilidad a la hora de comunicar, los empleados se sentirían comprendidos, y por parte de los empleados, se darían cuenta de que si su situación era angustiante, la del empresario era absolutamente tremenda también. Probablemente, con algo más de empatía, se ayudarían entre ellos, y harían que el negocio levantara cabeza una vez terminado aquel dichoso confinamiento. Pero no, no era ésta la realidad en aquella orgnización, así que… ¿Se hundiría la empresa? ¿En qué estado podría continuar o qué consecuencias habría? Atentos al próximo artículo, porque el desenlace se acerca.

Debido a la situación que estamos viviendo, desde Grupo Kairos hemos decidido que si antes nuestra misión era mejorar los negocios a través de las personas, ahora más que nunca debemos apoyar a aquellos negocios que se están viendo en la cuerda floja, ya no sólo por la situación, sino por los problemas de personal que están sufriendo y que suponen una amenaza de cierre inminente. Por ello, y sólo mientras dure el estado de alarma, hemos decidido realizar consultas ilimitadas a quien lo necesite. Para ello, solamente hay que inscribirse en el formulario de contacto y llamaremos en un plazo máximo de 48h. Ánimo a todos y, aunque ésta es una situación sin precedentes, estoy segura de que en tu vida has pasado por otras situaciones que para ti tampoco tenían precedentes, y las superaste con éxito, saliendo reforzado/a de ellas, así que adelante, porque además no estás solo/a.

-Aryán Puerta-

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