Tener una empresa es ser dueño/a de un proyecto de enorme responsabilidad. Se pone la vida de uno en juego, es un ejercicio de autoestima, autoconfianza, exposición de capacidades, y una responsabilidad sin precedentes cuando se tienen trabajadores a cargo. Son multitud de factores los que entran en juego a diario, tantos, y tan importantes, que el empresario/a no se puede permitir el lujo de ver flaquear sus fuerzas ni un solo día, y eso es muy duro. Todas sus acciones de hoy van a repercutir de una u otra manera en los resultados de su empresa el día de mañana, y no sólo eso… Las acciones y desempeño de sus trabajadores también jugarán un papel clave en el éxito de la misma. ¿Se puede ser un todo terreno y estar preparado y capacitado para afrontar todos los frentes y retos que supone una empresa? Yo diría que en muchos aspectos sí, pero no en todo. Las capacidades de cada uno de nosotros pueden ser muchas y muy buenas, pero no podemos abarcar la totalidad de las áreas de nuestra empresa sin delegar por completo algunas de ellas. La gran mayoría de empresarios entiende del núcleo duro de su negocio, es por lo que lo ha montado y por lo que sabe (o cree) que va a poder crecer y escalar para hacer de su empresa un referente en el sector. Pero resulta que además del núcleo duro, hay multitud de áreas que hay que gestionar igual de bien y que requieren de especialización. Las 2 áreas más sensibles que decidirán la continuidad de la empresa en el mercado son:
1) Las ventas: sin un departamento comercial potente y/o un buen desarrollo de Marketing que propicie la entrada constante de clientes, la empresa no podrá sobrevivir mucho tiempo.
2) Los trabajadores: si la empresa no se rodea de las personas adecuadas (en todos los aspectos) y si luego no las cuida como debe, no sólo no perdurará en el tiempo sino que puede generar un nivel de pérdidas, deudas y desastres varios que lleven al empresario/a a pique a todos los niveles. De hecho, el factor Recursos Humanos es absolutamente clave para todas las áreas del negocio, y es precisamente la Gestión de Personas lo que a tantos empresarios/as lleva de cabeza, por parecer algo imprevisible, imposible de controlar o incluso banal, como dirían los más necios en el asunto, que también los hay.
A lo mejor ahora estás pensando, ¿Cómo es posible que no nombre a los clientes, cuando son ellos los que realmente dan de comer a las empresas? Pues bien, no lo nombro por la sencilla razón de que un cliente será la consecuencia lógica de los puntos 1 y 2. La venta atraerá a los clientes y la gestión de los trabajadores lo retendrá, aumentará la facturación del mismo o lo hará marcharse.
A ti, que tienes empresa, más grande o más pequeña, quiero preguntarte: ¿Cómo manejas estas 2 áreas tan vitales? ¿Tienes todo lo que hay que tener en un Departamento de RRHH, o te limitas a pagar nóminas y a la ejecución de temas administrativos? Si has contestado lo segundo, es bastante probable que tengas serios problemas de Absentismo, Rotación o Baja productividad, o que los empieces a tener en breve si no haces nada para remediarlo. La buena noticia que tengo para ti, es que en Grupo Kairos nos dedicamos precisamente a que las empresas puedan prevenir o corregir los problemas de personal del que casi ninguna empresa se libra. Contamos con servicios innovadores y sin precedentes en nuestro país para que las empresas ganen lo máximo posible a través de los empleados, y que los empleados se sientan tan bien con su empresa que den constantemente lo mejor de sí mismos. La alianza trabajadores-empresa, junto con la eficiencia, es la más completa y potente que puede conseguir una organización para escalar y crecer año tras año, y llegar a donde se haya propuesto… O más allá.
-Aryán Puerta-